¿Quién no ha sufrido en algún momento de dolor de rodilla? Es una de las afecciones más comunes en personas de todas las edades, y puede deberse a muchas causas. Conoce aquí las posibles razones que pueden provocar ese dolor.
No todos los dolores de rodilla son iguales, y para saber si es algo pasajero o un asunto más complejo se requiere un examen físico adecuado realizado por un médico, quien evaluará los síntomas.
La doctora Daniela Rodríguez, experta en medicina regenerativa de la Clínica Médica Politerapeutica, recomienda tomar en cuenta algunos signos que podrían indicar que se trata de un dolor más serio. Estos síntomas suelen presentarse repentinamente o luego de una lesión o caída:

Dolor intenso o agudo: Si sufriste una caída, el dolor es muy fuerte y no se consigue mejoría con descanso o medicamentos de venta libre, es señal que algo serio sucede con tu rodilla.
Hinchazón rápida y severa: Si la rodilla se hincha rápidamente, especialmente poco después de una lesión, podría indicar un desgarro de ligamentos o de menisco, o incluso una fractura.
Dificultad para mover la rodilla: Si no puedes mover la rodilla o si experimentas rigidez severa al intentar doblarla o estirarla, quizás hayas sufrido un daño en los ligamentos, meniscos o articulación.
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Moretones o hematomas: Si observas moretones alrededor de la rodilla o en la parte interna o externa de la articulación, puede indicar un daño en los vasos sanguíneos o en los tejidos blandos.

Sonido de chasquidos o crujidos: Si al mover la rodilla sientes un clic o un chasquido con dolor asociado, podría estar relacionado con una lesión en los ligamentos, tendones o menisco.
Dolor persistente a diario: Si el dolor no desaparece con el reposo, y persiste durante actividades cotidianas como caminar, ejercitarse o subir escaleras, es necesario consultar a un médico.
Inestabilidad de la rodilla: Si sientes que la rodilla “cede” o se “dobla” inesperadamente, esto puede ser señal de un daño en los ligamentos, como el ligamento cruzado anterior (LCA).
Si experimentas algunos de los síntomas anteriores necesitas visitar un profesional, quien te revisará físicamente y podría ordenar estudios como una radiografía, resonancia magnética o ecografía. Al identificar la causa exacta del dolor obtendrás un diagnóstico claro y el médico indicará el tratamiento adecuado. Entre las posibles causas se encuentran las siguientes:

- Lesiones de ligamentos:
Ligamento cruzado anterior (LCA): Es uno de los ligamentos más importantes para la estabilidad de la rodilla. Las lesiones en el LCA ocurren con mayor frecuencia al practicar deportes que implican giros rápidos o saltos, como el fútbol o el baloncesto. Un desgarro completo puede generar un dolor intenso y una sensación de inestabilidad.
Ligamento colateral medial (LCM): Una lesión en este ligamento, generalmente causada por un golpe directo en la parte externa de la rodilla, causa dolor, hinchazón e inestabilidad.
2. Lesiones de meniscos: Los meniscos son cartílagos gomosos y duros en forma de C que actúan como amortiguador de golpes y permiten el movimiento suave entre los huesos. Un desgarro del menisco (a menudo causado por torsiones o giros bruscos) puede causar dolor, hinchazón, y bloqueo de la rodilla.
3. Tendinitis: Es la inflamación del tendón patelar que conecta la rótula con la tibia. Suele ocurrir en personas que practican deportes con saltos frecuentes y repetitivos.

4. Artritis:
Osteoartritis: es una de las causas más comunes de dolor crónico de rodilla, especialmente en personas mayores. Es una condición degenerativa que provoca el desgaste del cartílago articular, lo que genera dolor y rigidez.
Artritis reumatoide: es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar desde las articulaciones hasta los pulmones, corazón y los vasos sanguíneos. A diferencia de la osteoartritis, afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
5. Bursitis: Se refiere a inflamación de las bolsas de líquido que amortiguan las articulaciones. En la rodilla, puede producirse por movimientos repetitivos o traumatismos directos. Provoca dolor e hinchazón en la parte frontal o lateral de la rodilla.

6. Fracturas: Las fracturas de la rótula o de los huesos alrededor de la rodilla, generalmente causadas por un golpe fuerte o una caída, pueden generar dolor intenso, hinchazón y dificultad para mover la pierna.
7. Síndrome de la banda iliotibial (ITB): Es una causa común de dolor lateral de rodilla, especialmente en corredores. La banda iliotibial se inflama debido a movimientos repetitivos y roce contra la parte externa de la rodilla.
8. Luxación de la rótula: En este caso, la rótula se sale de su posición normal, generalmente hacia el exterior de la rodilla. Esto puede ocurrir debido a un golpe o a una mala alineación de la pierna.
9. Esguince: El esguince de rodilla es un desgarro o un estiramiento muy doloroso en uno o más de uno de los ligamentos que sostienen la rodilla en su lugar. Usualmente se produce cuando se extiende demasiado o se desgarra un ligamento mientras se tensa intensamente una articulación.

El tratamiento inicial para un dolor de rodilla consiste en el uso de analgésicos o antiinflamatorios que pueden ayudar a controlarlo. Si es agudo o persistente, el médico identificará la causa exacta del dolor y elegirá el tratamiento adecuado para evitar complicaciones a largo plazo.
En la Clínica Médica Politerapeutica puedes acceder a tratamientos de medicina regenerativa para combatir el dolor de rodilla desde la raíz. La proloterapia; el Plasma Rico en Plaquetas, PRP o las células madre pueden ser la solución, sin necesidad de cirugía.
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